Canta que me encanta

En los últimos años se han publicado muchos trabajos para la enseñanza de la música. Entre ellos, no son demasiados los que consideran a la armonía y su contexto como los elementos fundamentales sobre los que se construye el proceso didáctico. El que tiene en sus manos es uno de ellos.

No es la escala, especie de catálogo de notas, ni mucho menos los intervalos, catálogo más amplio en el que las notas se toman de dos en dos, los que tienen significación importante ni en esta ni en ninguna otra obra tonal. Son los giros melódicos, consecuencia de la estructura armónica correspondiente, los que marcan su impronta en la melodía.

Es por esto por lo que, paralelamente a la secuenciación rítmica, habitual en los métodos musicales, se han ido presentando los acordes según un criterio establecido de antemano, lo que ya no es tan habitual en este tipo de libros.

Tratamos, en las canciones, de recoger los giros más comunes dentro de la música tonal. Aquellos con los que cualquier persona socializada está familiarizada, por que los ha escuchado numerosas veces,  y que, por tanto, le costará poco memorizar cuando están organizados en forma de canción, para lo cual el texto es el apoyo más eficaz.

Se ha buscado la regularidad de las frases musicales para, de este modo clarificar tanto su estructura como la forma de la canción.

Como suele ser norma en el aprendizaje musical a través de canciones, pensamos que las que se trabajen es conveniente aprenderlas de memoria, con su texto (en un principio sin solfear sus notas) y por imitación.

Los tempi indicados son solamente sugerencias de los autores. Será el profesor el que, según las condiciones de sus alumnos y su criterio, el que interprete los ambiguos términos que los designan.

Esperamos que disfruten haciendo música con nuestras canciones.